JallerLa Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello, en conjunto con el Centro Nacional de Investigación Integrada de Desastres Naturales (CIGIDEN) organizó el II Seminario para la Gestión de Desastres Naturales, el que en esta oportunidad llevó como título “Donaciones y Voluntarios: Desafíos para las organizaciones”.

Esta actividad contó con la participación del Dr. Miguel Jaller (en la fotografía), ingeniero experto en logística y transporte de ayuda humanitaria y académico de la Universidad de Californa Davis. Además del Dr. Benigno Aguirre, sociólogo especialista en comportamiento humano en desastres naturales de la Universidad de Delaware.

Durante la inauguración Andrés Bronfman, académico de la Universidad Andrés Bello y organizador del seminario manifestó la importancia de conocer la forma en que la comunidad reaccionará ante un evento natural, agregando que “ante un desastre natural las sociedades se enfrentan ahora a una serie de desafíos técnicos, sociales y políticos que van más allá de reducir las víctimas directas. La complejidad radica en el hecho de que los daños del desastre se deben a la interacción entre tres sistemas principales: el entorno natural, el medio ambiente humano y el medio ambiente construido”.

El desastre después del desastre

Benigno-AguirreEn el mismo sentido, el Dr. Miguel Jaller de la Universidad de California Davis explicó un fenómeno que sucede una vez que el desastre ha sucedido y el que los expertos han denominado “convergencia de materiales”. Éste consiste en que las personas que están observando la catástrofe envían ayuda, sin saber si los productos que mandan son los adecuados.

De esta forma, Jaller subrayó que “en todo desastre, lo verdaderamente útil para las víctimas sólo corresponde al 5% de lo que llega al afectado. Los implementos de baja prioridad deben ser almacenados y se les debe asignar logísitica y recursos para ser organizados. Esto impide que lo realmente necesario no se encuentre”.

“En estos casos, la ropa usada se vuelve casi una plaga. La ayuda llega sin destinatario y se agolpa en sectores destinados al acopio sin que nadie los retire y convirtiéndose, al cabo de unos días, en un problema de salud pública”, agregó el experto.

Evitar donar “refrigeradores a los esquimales”

BronfmanPor su parte, el Dr. Benigno Aguirre, académico de la Universidad de Delaware, expuso sobre la utilidad de las donaciones y del trabajo de los voluntarios, recalcando que lo más importante es que, si sde quiere ayudar a quienes sufren en un desastre, se haga con artículos realmente necesarios. “Es común ver que las personas entregan lo que no les sirve. En esos casos sólo se está formando un problema, ya que dar lo que no sirve, es tan inoperante como regalar refrigeradores a los esquimales”, destacó el experto.

En tanto, el académico de la Universidad de Delaware expuso que “según los economistas, la mejor forma de donar es en dinero, ya que eso tiene un efecto multiplicador que reactiva la economía del sector afectado”. De la misma forma, el Dr. Aguirre recalcó en que además quien quera ser voluntario debe tener las capacidades físicas y el conocimiento suficiente como para ser una verdadera ayuda, además de ponerse al servicio de las instituciones que lideran las faenas de socorro.

Finalmente, el Dr. Benigno Aguirre, sociólogo y académico de la Universidad de Delaware sostuvo que “es importante abordar de diversas disciplinas científicas la forma en que las sociedades reaccionan ante un desastre natural. Hay que hablar de las formas en que se puede educar a las personas sobre la mejor forma de prestar ayuda y así construir una cultura para los desastres”.