Conceptos claves de la Vinculación con el Medio

La Vinculación con el Medio es el conjunto de nexos establecidos entre la Universidad y su entorno relevante, con el fin de mejorar el desempeño de las funciones institucionales de docencia y/o investigación y de contribuir al mismo tiempo, al desarrollo sostenible de la región y del país.

La Vinculación con el Medio es tan importante en Chile, que incluso esta regulada por la Ley de Educación Superior N° 21.091 (art. 18, punto 4) y es obligatoria para todas las Universidades en sus procesos de acreditación, en los cuales se debe demostrar la existencia de políticas y mecanismos sistemáticos de vinculación bidireccional con su entorno significativo local, nacional e internacional, y con otras instituciones de educación superior, que aseguren resultados de calidad.

Por último, cada Universidad debe evaluar si su Vinculación con el Medio es pertinente y si logra impactos con las acciones ejecutadas, incorporando en el proceso, indicadores que reflejen los aportes de la institución al desarrollo sustentable de la región y del país.

  • Bidireccional: Se refiere a que otorga beneficios tanto a la Universidad como al medio con el que se vincula la institución.
  • Cocreación: Este término apunta al ejercicio colaborativo entre personas y organizaciones, tanto para aprovechar una oportunidad como para satisfacer alguna necesidad. Lo anterior deriva en mejoras en los bienes y servicios producidos, los cuales no hubiesen podido lograrse en la misma forma a través del trabajo individual.

Es el conjunto de todos los actores de la sociedad civil, el sector público o el sector privado, con los cuales una carrera/programa de estudios o la propia institución, interactúa de forma natural y simbiótica; y con los cuales articula vínculos fundamentales que le permiten subsistir y desarrollarse en forma pertinente con las disciplinas que se enseñan y con los contextos territoriales donde se está inserto.

En el contexto de la Vinculación con el Medio, cuando se habla de evaluación se está dando cuenta de un proceso sistemático y ordenado de observación, medición, análisis e interpretación de una situación, intervención o acción en un entorno o actores específicos.

Existen muchos tipos de evaluación, sin embargo, todos buscan responder y valorar por medio de “la evidencia” en qué medida se alcanzan los objetivos previamente establecidos y cómo estos inciden en una problemática en cuestión. Por tanto, la evaluación pretende aportar evidencia concreta para apoyar la toma de decisiones de quiénes están requiriendo información y ejecutando acciones sobre una problemática.

 

Monitoreo

Comúnmente asociado al concepto de evaluación se escucha el término monitoreo. El monitoreo es realizar un seguimiento de la situación, intervención o acción que interesa evaluar. Tiene como propósito detectar oportunamente las fortalezas y debilidades de la actividad que se está llevando a cabo para dar respuesta a una problemática. La idea principal es que al detectar a tiempo las dificultades se podrán hacer los ajustes necesarios para alcanzar los objetivos propuestos y dar respuesta a las necesidades. Sin embargo, también cumple una función de control, ya que a través del monitoreo es posible verificar el avance de una actividad y el buen uso de los recursos disponibles para ella.

 

Sistematización

Otro término comúnmente asociado a la evaluación es la sistematización. Ésta es definida como un proceso de reconstrucción y reflexión que pretende ordenar e identificar lo que ha sido ejecutado en una actividad, proyecto o iniciativa. Su propósito es levantar experiencias y aprendizajes que sirvan para documentar el proceso o mostrar buenas prácticas sobre la temática en cuestión de la iniciativa. Si bien, se puede utilizar como una herramienta, no es un tipo de evaluación, ya que su foco no se encuentra en presentar evidencia sobre el cumplimiento de objetivos sino en relatar de manera ordenada un proceso.

Para realizar un correcto proceso de monitoreo y evaluación es preciso contar con ciertas condiciones que facilitan la ejecución de éste:

  • Lo primero y que no debe faltar es la definición de Indicadores. Estos permiten “medir y verificar el cumplimiento de los objetivos propuestos” y proporcionan la información útil con que se realiza la evaluación o el monitoreo.

Existen diversos tipos de indicadores, dependiendo del propósito por el cual esté construido. Algunos miden calidad, eficiencia, eficacia, etc. sin embargo, lo relevante es plantearlos correctamente para que se identifique con claridad qué se quiere medir de la iniciativa. Por tanto, deben ser objetivos, comprensibles y veraces.

  • Los indicadores están directamente asociados a los Objetivos que se definen para la actividad, proyecto o programa de vinculación con el medio, por tanto, el diseño de buenos objetivos (SMART: Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y acotados en su Tiempo de logro), permitirán la elaboración de indicadores con mayor facilidad.

En general, no es posible realizar un monitoreo o una evaluación sin objetivos e indicadores de la actividad, proyecto o programa de Vinculación con el Medio

  • También es importante contar con una Planificación detallada de las actividades o acciones a desarrollar y que posteriormente serán analizadas en la evaluación. Esto es necesario para comparar lo ejecutado versus lo planificado. Asimismo, gracias a la planificación se puede realizar tanto el seguimiento de las actividades como de los recursos utilizados en su desarrollo.
  • Tan relevantes como los indicadores son los Medios de Verificación de estos. Estos se refieren a los instrumentos con que es posible dar cuenta de la realización de actividades. Entregan la información útil para comprobar las mediciones de los indicadores. Estos pueden ser: documentos, archivos, productos, listados, registros audiovisuales, encuestas, etc. lo importante es que estén disponibles, sean prácticos y generalmente tangibles. Calcular o entregar resultados de indicadores sin tener a disposición los medios de verificación entrega un indicador inútil, dado que no es posible comprobar la información entregada.
  • Por último, otra condición para la evaluación es tener a disposición una línea de base. La “Línea de Base” o “Línea Base” se refiere a la información disponible que se tiene de una situación o problema de manera previa a la implementación de una actividad, proyecto o programa, es decir un conjunto de indicadores disponibles. Es fundamental, dado que permite comparar la situación inicial, previa al desarrollo de la iniciativa, con la situación posterior a la ejecución de la iniciativa, permitiendo identificar los cambios que se produjeron gracias a la intervención o acción en el entorno.

Hay veces en que la línea base no se encuentra disponible de manera concreta, sin embargo, es posible construirla a través de técnicas de levantamientos de datos.

  • Evaluación de Necesidades: Es un tipo de evaluación que se realiza ex ante (previo) a la implementación de una actividad, proyecto o programa en el entorno. Su objetivo es identificar cuáles son las necesidades que tiene el entorno en una temática específica y cómo, basándose en teorías o en evidencia empírica, es posible resolver dichas necesidades. Requiere identificar precisamente cuál es el problema por el cuál las necesidades no se encuentran cubiertas y diseñar acciones que permitan solucionar dicho problema. Dentro de este tipo de evaluación se desarrollan acciones de diagnóstico, levantamiento de líneas base o descripción de la teoría de cambio.

Una correcta evaluación de necesidades plantea alternativas de solución que serán ejecutadas conforme a la disponibilidad de recursos, viabilidad técnica y financiera, y resultados esperados.

  • Evaluación de Procesos: este tipo de evaluación se puede realizar durante (ex dure) o al finalizar (ex post) la actividad, proyecto o programa ejecutado. Se refiere al análisis sistemático de las acciones que se planificaron y al proceso de implementación de estas, es decir responde al cómo se implementaron. Permite identificar oportunidades de mejora, fortalezas y debilidades de la ejecución. Cuando se realiza ex dure corresponde al monitoreo o seguimiento. No es posible realizarla sin una planificación previa de la actividad, proyecto o programa. El supuesto de esta evaluación es que un buen desempeño de la implementación es una buena señal respecto de los resultados o logros de la iniciativa.
  • Evaluación de Resultados: este tipo de evaluación se realiza generalmente una vez finalizada (ex post) la iniciativa a evaluar. El objetivo de esta evaluación es dar cuenta del cumplimiento de los objetivos propuestos, es decir, identificar el logro de los resultados esperados. Permite verificar la efectividad y eficacia de las acciones propuestas y cómo éstas contribuyeron a mejorar o a solucionar los problemas previamente identificados. Requiere de una buena planificación, de al menos un diagnóstico previo y la definición de resultados esperados.

Nota: En algunas ocasiones los proyectos o programas con una duración extendida (por ejemplo, más de 1 año) podrían dar cabida a una Evaluación de Resultados Intermedios.

  • Evaluación de Impactos: este tipo de evaluación siempre se ejecuta una vez finalizada la iniciativa, y es el más complejo y con mayores condiciones para realizarse. Su objetivo es identificar los efectos que tuvo la actividad, proyecto o programa en los beneficiarios o en el entorno una vez obtenidos los resultados esperados.

Acá se puede hablar de efectos a largo plazo, por ejemplo, medir si se mantienen los resultados de una iniciativa al cabo de 2 años, o de los impactos o cambios que se produjeron por el desarrollo de la iniciativa, que pueden haber sido previstos o no.

Requiere técnicas y métodos que permitan verificar que los efectos o cambios son atribuibles a las acciones realizadas, y por ello, es imprescindible disponer de la teoría de cambio de la iniciativa implementada y de los impactos esperados, lo cual permite identificar la relación causa–efecto de los cambios observados.

Como puede desprenderse de la información anterior, los tipos de evaluaciones mencionadas van aumentando en complejidad, tanto en términos de objetivos de la evaluación como en términos de requisitos para el desarrollo de éstas. Por tanto, en la lógica de un ciclo evaluativo, es poco recomendable realizar una evaluación de impacto, sin haber desarrollado antes una evaluación de resultado, o ejecutar una evaluación de resultados sin haber identificado previamente las problemáticas en las cuáles se espera generar cambios. La propuesta es ir avanzando en el ciclo evaluativo en la medida en que las iniciativas desarrolladas van madurando su quehacer y van diseñando y planificando exhaustivamente las acciones, los resultados y/o los efectos esperados.

En resumen, los tipos de evaluación que aplican a la Vinculación con el Medio de la Universidad Andrés Bello son las siguientes:

Figura: Tipos de evaluación de la Vinculación con el Medio en la UNAB

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