Jaiba peluda (Romaleon polyodon, Poeppig 1836)
La jaiba peluda habita desde Guayaquil (Ecuador) por el norte, hasta la península de Taitao en el sur de Chile. Se encuentra desde los 0 a los 45 m de profundidad.
Vive frecuentemente enterrada en la arena. Posee el caparazón y las patas cubiertas de gruesos pelos, de lo que deriva su nombre común. Es posible ver pequeños cirripedios viviendo sobre sus caparazones.
Se alimenta de restos de animales y de moluscos bivalvos. Es una especie muy fecunda, pudiendo tener sobre 2,5 millones de huevos por hembra. En laboratorio se ha establecido que las jaibas peludas podrían tener hasta tres ovoposiciones al año, dependiendo de la temperatura.
Existe un comportamiento de apareamiento, en que los machos protegen a las hembras durante un periodo previo a la muda y posterior fecundación. La ovoposición ocurre dos meses tras la fecundación y las hembras se entierran en la arena para formar una cámara de incubación.
Tiene un total de siete estados larvales, con una duración de 2 meses a una temperatura de 14°C. Durante el último estado, llamado megalopa, se produce el asentamiento.
Es extraída por pescadores artesanales mediante trampas o buceo. Existen medidas de protección para esta especie, entre las que se cuentan prohibición de extracción de individuos menores de 12 cm de ancho de cefalotórax y de hembras ovigeras.
Desde que la captura de las diferentes especies de jaibas es reportada a nivel de especie (1994); Su máxima captura ha sido de 1320 ton. (1994), tras lo cual ha disminuido hasta un mínimo de 68 toneladas el 2002.