Asesorías a comunidades educativas
La importancia de la educación temprana ha sido puesta en evidencia por numerosas investigaciones, que señalan la estrecha relación entre la estimulación de los niños en sus primeros años de vida y su desarrollo posterior. Es en la primera infancia donde se adquieren las habilidades cognitivas, sociales y emocionales, por lo que la educación en este período –desde el nacimiento hasta el ingreso a la educación formal- es vital.
El énfasis de las políticas en educación preescolar en Chile ha estado puesto en la cobertura, sin abordar de un modo sistemático la calidad, por lo que sigue existiendo la tendencia a percibir a los establecimientos de educación inicial simplemente como guarderías, olvidando la evidencia que advierte el impacto negativo de una deficiente educación parvularia.
En este contexto, la formación de los educadores de párvulos es un factor determinante para la calidad de la educación preescolar. Sin embargo, en nuestro país el foco está puesto en la formación de docentes, sin considerar que el nivel de calidad y rigurosidad en la formación de las educadoras de párvulos debiera ser similar al de los profesores escolares.
Conscientes de esta realidad, la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello cuenta con el programa “Asesorías a comunidades educativas” del Magíster en Educación Inicial, que tiene por objetivo proponer alternativas que contribuyan a mejorar necesidades o problemas observados en el establecimiento educacional, y que están asociadas a la implementación de herramientas didácticas de lenguaje y/o matemáticas, para asegurar condiciones de aprendizaje en el aula de niños prescolares.
Se trata de una instancia integradora, donde los estudiantes, en el marco de la asignatura “Proyecto de Grado”, aplican los conocimientos y habilidades adquiridos durante el proceso formativo, para la elaboración de una propuesta didáctica, que contribuya a mejorar situaciones observadas en el aula o entorno de aprendizaje.
Mediante este Magíster, los estudiantes adquieren los conocimientos necesarios que les permitirán hacer una diferencia en su ejercicio profesional y contribuir a la calidad del sistema, pues fortalecen sus competencias didácticas en lenguaje, lo que les permite apoyar el proceso cognitivo por el cual los niños aprenden a comunicarse verbalmente, usando la lengua materna de su entorno. En relación con la didáctica de las matemáticas, se fortalecen herramientas orientadas a desarrollar en los niños el pensamiento lógico e interpretar la realidad y la comprensión de esta forma de lenguaje.
En este sentido, los trabajos asociados a la actividad final de graduación contribuyen a solucionar las necesidades operativas que poseen los establecimientos educacionales y/o comunidades educativas respecto de didáctica de matemáticas y de lectura para la educación inicial.
Durante 2020, participaron 80 estudiantes y cinco docentes de las tres sedes de la UNAB en este programa, beneficiando a 30 instituciones educativas, a las cuales les fueron presentados 31 proyectos.