Un show a metros del mar, íntimo y familiar presentó la orquesta dirigida por Santiago Meza en su quinta presentación en Zapallar. Obras de Bach, Mozart, Rameau y Corelli fueron parte del programa que fue ovacionado por los asistentes que repletaron el bosque de la localidad costera.

A las 20:30 horas en punto y cuando el sol se escondía tras el horizonte, se comenzaron a escuchar los primeros acordes del Concerto Grosso Op.6 Nº 10 de Corelli, obra con que los músicos dirigidos por el maestro Santiago Meza dieron inicio al espectáculo “El Violín Encantado”, concierto organizado por Extensión Cultural de la U. Andrés Bello y la I. Municipalidad de Zapallar.

Con un espectacular escenario natural de fondo, el programa continuó con el “Concierto para dos Violines en Re m” de J. S. Bach, “Hippolyte et Aricie (Suite de Ballet Nº 1)” de Rameau, oportunidad donde los solistas Héctor Viveros y Esteban Sepúlveda hicieron gala de toda su capacidad interpretativa, talento que premiado con una extensa ovación por  los cerca de 700 asistentes que repletaron el conocido bosque de la localidad de la V Región. La jornada la cerró la “Sinfonía N°29 K.201” de W.A. Mozart, conocida obra con que se dio por concluido el quinto concierto de la orquesta de la U. Andrés Bello en este escenario.

Para Nicolás Cox, Alcalde de Zapallar, la oportunidad que brinda la Camerata UNAB con este concierto es un valioso aporte cultural para la comuna y sus familias. “Desde el año 2008 que la orquesta de la U. Andrés Bello se presenta en nuestro querido bosque, lo que convierte a este espectáculo en una tradición que esperamos seguir por muchos años. Estamos muy contentos con el éxito y por todos los que lo hicieron posible”, manifestó el edil.

Por parte del público, Carlos Bascuñán, destacó la calidad de los músicos y valoró que actividades como este concierto de realicen en espacios abiertos y de forma gratuita. “Es impresionante que se pueda realizar un concierto en un bosque tan bonito, es realmente extraordinario. Espacios como este son inspiradores y si además se puede escuchar buena música, simplemente te llena el alma”, destacó.

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